martes, 18 de diciembre de 2012

Paseo por el Madrid navideño

El pasado domingo 9 tuve que acercarme a Madrid a descambiar ropa, y me parecía muy triste hacerme todo el viaje hasta allí simplemente para eso. No encontré a nadie que me acompañase o con quien quedar por aquellos mundos de Dios (creo que estoy perdiendo facultades de persuasión entre mis amigos), así que cuando ya me encontraba en Madrid, ni corto ni perezoso, aproveché para visitar la iluminación navideña de la zona centro de la capital, encendida unos días días antes (el martes 4 exactamente).

Detalle de las luces de... ya lo veréis más abajo
Como siempre, mi itinerario cuando voy al centro empieza dejando el coche en el "triángulo" comprendido entre Embajadores-Lavapiés-Atocha, zona que a mi parecer está bastante cerca de mi destino (ya que no me importa andar unos minutos), y en donde es relativamente fácil encontrar un hueco. Además, si es horario comercial, puedo visitar a mi amiga Carmen en su tienda "Legend Comics", o ir a dar por culo a mi amigo Kike, que vive en Lavapiés.


Me puse de hilo musical en mis cascos la discografía de El Canto del Loco, la cual hacía tiempo que no escuchaba, y salí del coche. Desde la C/ Jose Antonio de Armona (cuartel general de la tienda y sede oficial de aparcamiento para mis visitas), me dirigí por la Ronda de Atocha hasta la Plaza del Emperador Carlos V (Atocha, para que nos entendamos todos), y subí por el Paseo del Prado hasta el Palacio de Cibeles, mi primer destino.

Durante este primer paseo fui dejando atrás en primer lugar el Teatro Circo Price (que a diferencia del sábado, hoy no estaba muy concurrido), para bordear el Museo Reina Sofía con sus característicos ascensores acristalados (los cuales siempre odiaré mientras no deje de tener vértigo), el famoso bar El Brillante con sus bocatas de calamares, y el siempre concurrido McDonalds. También pasé por al lado de uno de los árboles de Navidad patrocinados por Tous, pero al no ser todavía noche cerrada y saber que al salir de cambiar la camiseta volvería por el mismo camino, decidí esperar esa media hora que me iban a llevar "mis gestiones" para retratar la escena.

Crucé la carretera cual gallina en el chiste y empecé a subir la calle, dejando a mis espaldas el mencionado árbol, situado justo al inicio de la Cuesta de Moyano, "videando" a mi derecha (como diría Alex en La Naranja Mecánica) el Jardín Botánico en primera instancia para, a continuación, atravesar el Museo del Prado. Al llegar a la plaza de Neptuno no puedo nada más que pararme y contemplar las fachadas tan distintas de los dos hoteles más famosos de Madrid. En frente y a plena vista de todo el mundo, el Hotel Palace. Y a mi espalda, y escondido detrás de una pequeña arboleda, el Hotel Ritz

Sigo avanzando y me paro un momento (pero solo un poco, porque hace un frío bastante majo) en la Plaza de la Lealtad a contemplar el Monumento a los Caídos por España, un obelisco con una llama delante de él que nunca se apaga. Desgraciadamente, el monumento está vallado completamente y la llama no llegaba a calentarme (elemental, querido Watson... ¡está a 15-20 metros por lo menos!), por lo que sigo subiendo, dejando el edificio del Palacio de la Bolsa tranquilamente a mi vera, y entrando por la Calle de Montalbán hasta la puerta lateral del Palacio de Cibeles, donde se celebraba el último día del Beefeater London Market, mi destino.

Gracias a mi labia, me salto la cola que hay para entrar a la feria y paso sin pagar la entrada (cosa normal teniendo en cuenta que iba a cambiar ropa comprada el día anterior, pero aún así hay que conseguirlo). Como ya me conozco lo que hay en el resto de puestos, me voy directamente al stand de Cyberdog, en el que siempre hay cola para entrar. Esta vez me esperaban con un baile en la puerta (en ala tienda "original", Cyberdog Candem, es bastante común que tengan nada mas entrar a varios bailarines, como si fuesen go-gos de discoteca, y ya que vienen a publicitarse, aquí pretenden mostrar lo mismo que allí), y con poca iluminación dentro, toda a base de "luz negra" y música de discoteca. Seamos sinceros... tampoco hice la cola aquí. Vi a una de las dependientas con las que había estado hablando el día anterior y me metí para dentro. Hablé con ella, cambiamos la camiseta y de vuelta a la calle. Empiezo a pensar que realmente tengo el don de la palabra.


Justo antes de salir al frío invernal (aunque todavía estamos en otoño. Y otoño rima con.... estantería) me paro y pienso, "¿de verdad me voy a volver a casa ahora? vamos a darnos un paseíto por Madrid a ver si nos encontramos a algún pingüino con bufanda y de paso veo las luces". Así que ni corto ni perezoso planeo un itinerario por las zonas típicas a ver que me encuentro en unos pocos segundos.

Lo primero que se me ocurre desde mi posición es:
Tomar Gran Vía hasta Fuencarral para aprovechar y ver las tiendas. Volver a Montera y seguir hasta Callao, donde bajaré por Preciados a Sol y vuelta a Gran Vía para llegar a Plaza España. En este punto tiro a Príncipe Pío, regreso y me meto por el Palacio Real. Cruzo Opera y Arenal hasta desviarme a la Plaza Mayor, y ahí buscar la plaza de Jacinto Benavente y bajar ya hasta el coche cruzando Tirso de Molina y posteriormente Lavapiés.
Que así como ruta inicial no planeada la encuentro bastante completita. Ya veremos cuanto cumplo del itinerario.

Árbol en la Plaza de Cibeles
Nada más salir me dirijo a la Plaza de Cibeles para iniciar mi caminata por Gran Vía después de tomar obligatoriamente un pequeño tramo de la Calle de Alcalá.
Nada más cruzar me encuentro con una imagen que se repetirá varias veces a lo largo de la tarde. Un árbol de navidad metido dentro de una vitrina en medio de la calle. No os voy a engañar, la verdad es que me parece original el encontrarme ese adorno ahí, sin motivo alguno.

Tras esta "sorpresa" inicial, termino de cruzar la plaza, y justo delante de los jardines del Palacio de Buenavista, no puedo evitar darme la vuelta y contemplar a la Diosa Cibeles con la antigua Casa de Correos y Telégrafos de España, denominado actualmente Palacio de Cibeles (antes del 2011 se llamaba Palacio de Comunicaciones). Aunque la iluminación roja no es la más adecuada a mi parecer, no le resta ni un ápice de belleza al conjunto.

Cibeles con su Palacio de fondo (sede de la Comunidad)

Calle Alcalá con el inicio de Gran Vía
Tras contemplar esta imagen, tengo que volverme a poner en movimiento para seguir mi itinerario. Me encuentro a unos 200 metros del inicio de la Gran Vía madrileña, calle que cumplió su primer centenario de vida en el año  2010, que se dice pronto. Desde mi punto de vista se observa como la Calle de Alcalá toma su camino hacia la izquierda a la altura del Circulo de Bellas Artes, iniciando su andadura a "mano derecha" la Gran Vía.

Este cruce está dividido por el famoso Edificio Metrópolis, que lleva desde los inicios de esta calle (realmente es el número 39 de la Calle de Alcalá, aunque equivocadamente hay gente que lo considere el número 1 de la Gran Vía, mérito que se lleva la Joyería Grassy). En Gran Vía 1, a parte de ver la joyería y el perenne cartel de Rolex, también podemos encontrar un Museo del Reloj. Ya desde estos primeros pasos podemos observar el "techo" de luces que nos va a acompañar a lo largo de toda la calle, el perfil de distintos edificios de la ciudad, cambiando el orden para no repetirse continuamente el mismo esquema.

Edificio Metrópolis
Inicio de Gran Vía

Inicio ya definitivamente mi recorrido por la emblemática calle, pero al llegar a la altura de la Plaza de las Infantas no puedo evitar asomarme para ver si me llevo alguna grata sorpresa. Esta vez, de la misma manera que entro, salgo. Mi gozo en un pozo. Primer intento fallido... Pero bueno, esto no ha hecho nada más que empezar, y no hay que olvidar que estamos en crisis y que seguramente haya muchos sitios que otros años si tuviesen iluminación especial y que ahora haya que eliminar. Vuelvo a la calle principal y continúo andando. Al otro lado de la acera me sorprende el Oratorio del Caballero de Gracia, con su hueco en la parte alta de la edificación, que deja ver la cúpula del propio oratorio. No es que nunca me haya fijado, sino que siempre me sorprende ese "agujerito".

Árbol situado en Montera
Cruzo Hortaleza y justo en la entrada de Fuencarral me encuentro totalmente de frente con el árbol de Montera. Y digo de frente porque si cruzas por el paso de cebra y sigues recto, "te lo comes". La verdad es que es un árbol sencillo pero curioso. Una estructura en forma de cono, "envuelto" en una cinta roja iluminada, con "adornos" en forma de bombillas grandes. Tras un par de fotos de rigor y observar la vista que me ofrece la Gran Vía desde esta posición, me doy media vuelta y entro en una de las calles más comerciales de la ciudad. La calle Fuencarral.

Enfilo la calle para arriba, sin hacer mucho caso a los pocos artistas callejeros que hay y preocupándome de esquivar a la gente, que en estos días van a su bola mirando escaparates desde cualquier sitio aunque estén al otro lado y no se fijan en el tráfico. Entro en las tiendas más conocidas para ver si hay algo interesante de cara a las Navidades, pero nada... Levi's, Diesel, Onitsuka Tiger, G-Star, Adidas Originals, Jack&Jones... Da igual, todo bastante escaso de variedad. Sólo se salvan las camisetas...

Camisetas del
Mercado de Fuencarral
Ante tal despropósito de precios con ropa que me atraiga tan poco, decido alegrarme un poco el humor entrando en el Mercado de Fuencarral, valor seguro a la hora de encontrar curiosidades. Tres plantas de tiendas que se salen de la moda marcada en esa calle con la ropa más comercial. Aquí dentro te puedes encontrar cosas como pueden ser elementos decorativos para la casa, ropa rapera, militar, camisetas frikis, llaveros y accesorios... Hay un poco de todo, y aunque no compres, siempre te sorprende algo y te saca una sonrisa, ideal para un momento en el que solo notas mucho frío y un poco de desánimo al no encontrar nada que te guste.

Termino de visitar las tres plantas y salgo a la calle. Solo noto frío y hambre... que buena onda, ¿no? Así que ni corto ni perezoso, me voy al Dunkin Coffee que tengo al lado, a por un buen chocolate caliente y un Boston Fresa (ya se lo que me vas a decir Meme, ¡¡pero no había glaseados!!). Con mi mercancía en la mano no dudo en volver sobre mis pasos hacia Gran Vía. ¡Que delicia notar el frío mientras sostienes bebida caliente en las manos!

Ya en Gran Vía tomo rumbo a Callao, dejando atrás el Edificio Telefónica, construcción emblemática tanto por su localización, como por su reloj iluminado en rojo en la parte alta visible desde muchos puntos de la capital, como por ser el segundo edificio más alto de la zona (sólo superado por el Edificio España un poco más abajo, justo en el final de esta calle, en la plaza que le da su nombre al otro rascacielos.

No he avanzado prácticamente nada, y en la otra acera, a la entrada de la Calle Tres Cruces y de la Calle Salud, me encuentro con unos carteles que ponen Feria de la Navidad en luces rojas. Mi curiosidad me puede, y suponiendo que la Plaza del Carmen va a poseer mercadillo, cambio mi rumbo. Al llegar veo "cuatro puestecillos" (con el tamaño de la plaza tampoco es que entren muchos más), con sus churros, baratijas y algunas cosillas de ropa. Visto el tema, continúo por la Calle Tetuán hasta la Calle del Carmen ("paralela" a Preciados), pasando la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Al llegar al cruce, giro dirección a Sol y puedo observar el ya famoso árbol, lleno de luces verdes y cubierto de estrellas y corazones rojos, coronado con una estrella del mismo color, y diseñado por Agatha Ruiz de la Prada, con la Real Casa de Correos de fondo.

Puerta del Sol con su árbol y la Real Casa de Correos
No está mal, no nos vamos a engañar, pero para un emplazamiento tan mítico, lo ideal sería un árbol "en condiciones", como se puede encontrar en cualquiera de las capitales del mundo (Nueva York, Londres, Berlín...). Un árbol grande, con sus luces de toda la vida, imitando uno tradicional, pero... para gustos los colores.
En la foto se observa la silueta de la estatua ecuestre de Carlos III (me persigue hasta aquí el maldito "Chalie zri") con el árbol y la sede del ayuntamiento de fondo, y las luces de la Calle Carretas a la izquierda. No es que sea una gran foto, pero se incluyen bastantes elementos castizos.

Calle Preciados
Tras esto, tomé la Calle Preciados, que como es normal estaba "hasta las cencerretas". Si un día normal por la tarde está llena, imaginaros un domingo, y encima de puente... Pues a los hechos me remito. Si se convirtiesen todos en zombies en ese instante me río yo de las películas (aunque más de uno de los "compradores" ya lo parece cuando va de compras). A la altura de la puerta de El Corte Inglés giré de nuevo por la Calle Tetuán para salir a dar a Cortylandia.

Cortylandia, Cortylandia, vamos todos a cantar...
Al irme aproximando ya se empieza a notar el amor en el ambiente, con todo lleno de parejitas felices abrazadas y con cara de melosos. En algunos momentos me dan ganas de que sean zombies de verdad y dedicarme a cortar cabezas con una katana a lo Kill Bill (por eso de mantener las costumbres de mi ultimo viaje, mas que nada). Al final conseguí irme abriendo paso poco a poco entre la muchedumbre hasta la Calle de la Misericordia, lugar idóneo para admirar el todo el decorado de este año. Todo muy floral como podréis comprobar.

Evité quedarme a la función, ya que todavía quedaban diez minutos y hacía un frío "del cagarse", y como aquí yo era el único que no tenía calefactor femenino, era tontería esperar... Continué mi travesía dejando a un lado el Monasterio de las Descalzas y la plaza homónima, y subiendo por la Calle Postigo de San Martín terminé en Callao. Me sorprendió mucho que no hubiese cola en la Chocolatería Valor, porque nunca cabe ni un alma... Estarían todos esperando la función que acababa de dejar atrás.

Estrellas navideñas de
El Corte Inglés Callao
Al llegar a la plaza no podían faltar las luces de El Corte Inglés, con sus grandes estrellas junto a la entrada del Centro Comercial por la puerta de una de las dos tiendas oficiales Ferrari que hay en la capital (la otra se encuentra en Serrano). Además, y como viene siendo habitual, la plaza tenía "alguna" cosa montada. Este año le tocaba a una sección navideña de El Corte Inglés, y en todo el centro, un árbol de los tradicionales. Un abeto verde decorado con "cienes y cienes" de luces y presidido por una estrella fugaz. Para no perder la costumbre, los Cines Callao seguían con los altavoces de su pantalla de publicidad a todo trapo (lo que resta "navideñismo", pero si está puesto el resto del año es normal que ahora sigan).

Primer plano del árbol
navideño de Callao
Me tomo mi tiempo contemplando el árbol, ya que creo que va a ser de los pocos -sino el único- que me vaya a encontrar de este tipo. Últimamente Madrid se ha vuelto muy "modernista" con los árboles... Cuando dejo de recrearme (porque si se me cae la baba se me congela), levanto la vista y me encuentro un letrerillo de luces al otro lado de la calle, justo en el inicio de la Calle Miguel Moya donde se anuncia la famosa Pista de Hielo situada en la Plaza de Tudescos. Todos los años ponen una pequeña pista de hielo en pleno centro de Madrid, al alcance de cualquiera que quiera disfrutar de esta experiencia.

Cruzo al otro lado y voy de cabeza a Tudescos a ver que tenemos por allí montado este año, pero con la firme promesa de no dejarme perder en las tiendas de cómics. Se que Atlantica y Generación-X como poco están esperándome, pero tengo que ser fuerte...

Callao vista desde la
Calle Miguel Moya 
Cartel de Entrada a Pista de Hielo de
la Plaza de Tudescos




















Paso por debajo del cartel, y avanzando por Miguel Moya dejo a un lado el famoso restaurante japonés Oishii - Sushi & Ramen (no se si será bueno, pero como es de los que llevan los platos en una cinta transportadora, pues ha cogido fama) para entrar de lleno en la plaza y ver la decoración de la entrada que espera ansiosa que pase por debajo, y a su vez, la pista de hielo en el lado izquierdo, aguardando a que familias y parejas hagan uso de sus instalaciones.

Entrada a la Plaza de Tudescos
Pista de Hielo de Tudescos











Me asomo a la pista y doy una vuelta alrededor. Más que nada por cotillear, ya que no voy a meterme yo solo a patinar ahí, no soy tan triste... Termino de verla y salgo por la Calle Silva dirección Gran Vía nuevamente. Paso al lado de Madrid Comics (¿pero no habían cerrado hace tiempo?) y aparezco a la altura del McDonald's en donde se grabó el último anuncio (el de: "¿ves a esa chica de allí? Cuídala porque será tu mujer" o algo parecido).

Plaza de Santo Domingo
Sigo avanzando, cruzo el Teatro Rialto en el que actualmente está la función Más de 100 Mentiras, y a la altura de la Calle San Bernardo me toca parar en el semáforo. Miro hacia arriba y veo el anuncio luminoso de la tónica Schweppes saliendo bebida a borbotones. Mientas espero que se ponga en verde recuerdo la plaza de Santo Domingo y me cambio de lado. Atravieso el Hotel Emperador (donde -por lo menos antes- se grababan las actuaciones de Nuevos Cómicos de la Paramout Comedy) y paso de largo también el Teatro Arlequín para aparecer por fin en la Plaza de Santo Domingo. La iluminación es escasa, y sólo en la parte frontal, justo encima de las casetas de venta. Lo que veis en la foto es todo lo que os vais a encontrar, la Feria de la Artesanía de Navidad.

Después de esta parada, volvemos a la arteria principal en el mismo punto donde la abandoné por última vez. Sigo bajando y paso al lado del 40 Café y el Teatro Lope de Vega con El Rey Leon en cartelera, y a escasos metros mas abajo puedo observar al otro lado un gran cartel en la fachada del Teatro Compaq Gran Vía de la obra Bits de los incombustibles Tricicle (por cierto, si alguien la quiere ver que me avise, que tengo muchísimas ganas de ir. También acepto que me invitéis para agradecerme que este año he sido un niño muy bueno). Siguiendo el descenso paso La Chocita del Loro Senator (que es el nombre que tiene la de Gran Vía), el National Geographic Madrid Store y el Teatro Coliseum con la obra Sonrisas y Lágrimas, justo al inicio de la Plaza de España.

Árbol de Tous en
Plaza España
Los únicos adornos que nos encontramos es otro árbol de Tous como el de Atocha, pero "escachifurciao", ya que no funcionan casi las luces... Esto si que me ha decepcionado. Un lugar tan importante como este, y solo tiene un árbol como adorno, y encima no funciona bien la iluminación. Menos mal que las vistas desde este emplazamiento siempre son bonitas (me he enterado posteriormente que van a montar otra Feria de la Artesanía, así que supongo que ya estará).
Si miras hacia atrás puedes observar toda la Gran Vía hasta Callao, y estos días además con la iluminación añadida del "techo" navideño.

Gran Vía vista desde la
Plaza de España



Si te fijas en la plaza, tienes la fuente (que no se si tiene algún nombre o está dedicada a alguien) y el Monumento a Cervantes, con las estatuas de El Quijote y Sancho Panza en la parte opuesta a la fuente.




Plaza de España
Aprovecho y cruzo la plaza por la parte de arriba, para ver el Monumento a Cervantes por la noche, ya que nunca me he parado a verlo. Al llegar al final, continúo por la Cuesta de San Vicente hasta Príncipe Pío, para ver que se han sacado de la manga en el intercambiador de la zona sur-oeste. La verdad es que el paseíto, dejando los Jardines de Sabatini (maldito Sabatini, otro que me persigue vaya donde vaya) y el Palacio Real, no es tan corto como parece... Se tiene una buena caminata hasta que se consigue llegar a la estación. Eso sí, en la parte de atrás está la Feria del Marisco durante unos días, aunque no se quién irá porque está medio escondida y con poca señalización.

Consigo llegar a la Glorieta de San Vicente y al girar hacia el centro comercial me encuentro con.... ¡cuatro estrellas de mierda! Cagoentó... si está más iluminado Cinesa Príncipe Pío que esto... Por lo menos hay unos puestecillos para sacar los cuartos a la gente... Lo bueno de esta zona es que siempre tienes una vista muy bonita del Palacio Real al fondo, totalmente iluminado, con la estación/centro comercial de P. Pío en primer plano.

Fachada principal del
Estación/CC. Príncipe Pío
Palacio Real visto desde
Príncipe Pío












Después del paseíto que me he dado, retrocedo en mi camino y vuelvo a subir la Cuesta de San Vicente hacia el Palacio Real. A la altura de los Jardines de Sabatini procedo a entrar en ellos y darme un pequeño paseo, y de paso observar la fachada lateral que da "cara a cara" con los jardines, y que además posee la entrada a las cocheras y sótanos del Palacio.

Palacio Real visto desde los Jardines de Sabatini

Calle Arenal vista
desde Ópera
Salgo a la Calle Bailén y me recorro la fachada frontal del Palacio y su patio, hasta la Catedral de la Almudena. No tienen ninguna decoración especial más allá de la iluminación nocturna de cualquier otro día. Vuelvo a la Plaza de Oriente, y salgo a la Plaza de Isabel II (Ópera para los amigos), para tomar desde el principio la Calle Arenal.

Calle Mayor
En el cruce con la Travesía Arenal tomo la salida y subo hasta la Calle Mayor, para ir a mi siguiente destino, la Plaza Mayor. Las luces de esta calle, de la misma manera que en el resto de iluminaciones, es un "techo" (los laterales o árboles no están iluminados), y la verdad... me parece mucho mas bonita al poseer una paleta de colores mucho más amplia que en el resto de sitios. En el resto son un par de adornos repetidos y siguiendo el mismo esquema. Aquí por lo menos, los circulitos tienen varios colores cada uno, lo que le da un aspecto algo mas alegre.

Calle Postas
Subo por la Calle Postas y salgo a la Plaza Mayor al lado de "Casa Yustas", famosísima tienda en la capital dedicada a la venta de sombreros, boinas y gorras (según ellos, desde 1886). Ya cuando inicias el camino en Postas se nota el bullicio y el "ambiente navideño". Lleno de gente rebosar, por todos los lados. Grupos de amigos, familias con niños, parejas... Gente, gente y más gente con sus gorritos de animalicos (renos con sus cuernos, osos con sus orejitas...), y con alguna que otra bolsa de haber realizado unas compritas.

Y por fín, sales a la Plaza y ¡ZAS! ¡Los puestos de la Plaza Mayor! Chorradas, tonterías  adornos, complementos para belenes... Sí, todos lo sabemos, es lo de todos los años, pero siempre tiene un aroma especial esta zona en navidades. Con los artistas callejeros rodeados de puestos de venta, todo ellos coronado en medio con la estatua de Felipe II.

Plaza Mayor desde la
entrada de la Calle Postas
Plaza Mayor desde la entrada
de la Calle Toledo









Tíovivo situado en la entrada
de la Calle Toledo



Hace muchísimo que no vengo en estas fechas, pero creo recordar que antes ponían un Belén que ahora no veo, aunque sí un tíovivo para los niños. Realmente, estas fechas son más para ellos que para el resto, que son quienes más las disfrutan y quienes todavía tienen la ilusión de los regalos y los Reyes... estas criaturitas...

Me termino de dar una vuelta y cotillear y salgo por la Calle Gerona, pasando la Plaza de La Provincia y Plaza de Santa Cruz (donde también hay más puestos), tomando la Calle de Espartero (y esta vez es la calle, no hablamos de los cojones de su caballo como en el dicho, que además la estatua pilla en Retiro) hasta la Calle Mayor de nuevo para entrar de nuevo en la Puerta del Sol, y tomar desde el principio la Calle Carretas e iniciar mi vuelta a casa atravesando la Plaza de Jacinto Benavente. Tengo que reconocer que esta vez me desvíe de mi camino por culpa de las mujeres, que a uno se le van los ojos y se pierde en los cruces... Pero eso es otro tema.

Primer plano del árbol navideño de
la Puerta del Sol
Ya que he vuelto a la plaza aunque pretendía ir recto hasta Jacinto Benavente, aprovecho y saco un primer plano del árbol. Además me paro a observar la Real Casa de Correos según la voy bordeando (actual sede del Ayuntamiento de Madrid), que desde que el año pasado tuve que realizarla en 3D para una práctica de la universidad, tiene un "algo especial" para mí, independientemente de que sea el centro neurálgico de España en Nochevieja con las campanadas.

¡Por cierto! Pequeño apunte... Desde 1950 estaba situada en la puerta de la Real Casa de Correos la plaquita del "Km. 0", pero cuando hicieron la reforma de la plaza en 2009, cambiaron y renovaron la placa, que la pobre estaba ya bastante hecha polvo. Además -y esto ya es tirándome a la piscina sin flotador- creo recordar que también la desplazaron un poco de sitio.

Después de este pequeño "coitus interruptus" os atacaré con otro aporte de información innecesaria y de la cual podréis prescindir para seguir viviendo. El famoso cartel de Tío Pepe situado en el antiguo Hotel París no lo volveréis a ver en mucho tiempo. Este cartel de casi 80 años de antigüedad se había convertido en un icono clásico de Sol que incluso acompañaba a postales e imágenes típicas de la ciudad, apareciendo incluso en videojuegos como en Gran Turismo 5. Llevaba un tiempo en restauración, al igual que el edificio, pero el alquiler del inmueble por parte de Apple para la apertura de la mayor Apple Store en España parece ser que evitará que otro anuncio en su mismo edificio le robe protagonismo a la marca de la manzana mordida. A mi personalmente me parece una patada en la boca a la tradición de esta plaza, y todo por dinero... Hay imágenes y momentos que no se debería permitir que se quitasen así como así, pero ya sabemos todos que en tiempos de guerra, cualquier agujero es trinchera... y cuando hace falta el dinero, la gente es capaz de vender hasta a su madre.

Calle Carretas vista desde
la Puerta del Sol
Bueno, que me pierdo... Termino de bordear el edificio de las campanadas y entro en la Calle Carretas para subir hasta la Plaza de Jacinto Benavente. Esta calle comercial anda adornada con estrellitas azules muy chulas (aunque en la foto se ven como el ojete), y continúan hasta la misma plaza, donde como todos los años, adornan la zona peatonal con luces y puestos, poniendo la Feria de la Artesanía Cultural. Al fondo podemos ver los Cines Ideal y el Teatro Caser Calderón, que hasta hace no mucho era el Häagen-Dazs Calderón (ya sabéis, tema de patrocinios).
Detalle de la Feria de la
artesanía cultural
.
Plaza de Jacinto Benavente

Tras ver la feria, me vuelvo loquísmo y en vez de bajar por Tirso de Molina, decido bajar por El Barrio de las Letras (Huertas para los amigos) para ver las citas que hay en el suelo, que nunca me he parado a leerlas en condiciones, sólo alguna que otra suelta.

Cruzo la Plaza del Ángel y salgo a la Plaza de Santa Ana, punto de reunión de los días de fiesta de Huertas. Justo antes de llegar al Teatro Español giro a la derecha por la Calle Príncipe para bajar por la Calle Huertas y terminar en el Paseo del Prado, y así poder fotografiar el árbol de Tous de Atocha, que antes no lo hice porque todavía no era de noche.

Esto que voy a poner ahora se que no es muy "navideño", pero siempre me ha gustado de Madrid. La primera cita que me encuentro es de las Rimas de Becquer (¿¿Que las Rimas de Becquer no son buenas?? ¡¡Que te hago el cangrejo ruso y te fundo!!). Después podemos encontrar otras citas como Don Juan Tenorio de José Zorrilla, El Quijote de Cervantes o La Canción del Pirata de Espronceda.

Rimas
Gustavo Adolfo Becquer
Don Juan Tenorio
José Zorrilla

Discurso de ingreso en la
Real Academia Española

José Echegaray

Don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes


Fuenteovejuna
Lope de Vega
Fiesta de Toros en Madrid
Nicolás Fernández de Moratín


Carta a Andrés
Mariano de Larra
Soneto
Francisco de Quevedo
El Sí de las niñas
Leandro Fernández de Moratín
Versos y oraciones del Caminante
León Felipe


Canción del Pirata
José de Espronceda
Me encanta ver la cara de la gente cuando ven citas que conocen y las van recitando en voz alta a la vez que se lo cuentan a sus amigos (que yo también lo he hecho, sobre todo con La Canción del Pirata, mi favorita de las que hay puestas).

Calle Huertas
Después de poneros todas las citas que encontré en la Calle Huertas, os diré que la calle está adornada a lo largo de toda ella con luces que simulan hojas, aunque para mi gusto, demasiado espaciadas entre sí.

Cuando estoy llegando a mis "diez cañones por banda", la música se me apaga de repente... ¡Mierda, la batería! Ya sabía yo que usar el whatsapp me iba a pasar factura. Ahora mismo me debato en un gran dilema: me vuelvo al coche, cargo un poco la batería y me vuelvo a hacer las fotos que me faltan (¡¡no me puedo ir sin mi Canción del Pirata!!), lo que conlleva tardar casi 1 hora más en irme a casa, o dejarlo para otro día...

Tras meditarlo "larga y detenidamente" alrededor de 5 segundos, decido bajarme al coche a cargar el móvil, ¡a saber si vuelvo a Madrid mientras sigan las luces puestas! Total, nadie me persigue, y ya llevo 3 horitas de paseo, por una más no pasa nada. Ponemos las piernas en marcha y bajamos hasta Atocha. No puedo evitar reponer fuerzas en el McDonalds con una "galleta" de 1€, mi gran acompañante en las comidas de Tokyo. Avituallamiento rápido y sigo hasta el coche.

Pongo a cargar el móvil aproximadamente durante 15 minutos, lo justo para tener un 20% de batería y me vuelvo para arriba, esta vez sin música (que tampoco hace falta apurar la suerte mucho). Paso Atocha, dejo atrás el CaixaForum y llego hasta Huertas, donde hago mi foto de rigor a la primera poesía larga que me aprendí de pequeño.

Jardín Vertical
CaixaForum
Ahora con "tranquilidad" y sin prisas, desando mi camino, parándome en todos los sitios en los que no lo hice en la bajada. Aprovecho e inmortalizo el Jardín Vertical situado al lado del CaixaForum, el primero instalado en España (¡aunque el más grande del mundo también se encuentra en Madrid! más concretamente en el patio interior del Hotel Mercure, en la Plaza de Santo Domingo).

También inmortalizo las bastante escasas luces del Paseo del Prado, en las que solo hay colgadas algunas luces en los árboles a lo largo de toda la calle.
Iluminación del Paseo del Pradodesde Atocha
Entiendo que puede ser muy costoso el iluminar toda la calle (ya que a la altura de Cibeles pasa a denominarse Paseo de Recoletos, y justo en la Plaza de Colón, se convierte en el Paseo de la Castellana hasta su disolución en la Carretera de Colmenar Viejo, aproximadamente unos 9 kilómetros de longitud), pero eso no quita para que en las zonas más importantes te preocupes un poco más de estos detalles.

Por último en Atocha, consigo retratar el árbol de Tous iluminado completamente (y no como en Plaza de España, que estaba "afónico" de luces). Además también han decorado la Plaza del Emperador Carlos V, pero la zona de la rotonda con la fuente solamente.

Árbol de Tous al principio de la
Cuesta de San Vicente, en Atocha
Plaza del Emperador Carlos V











Tras conseguir los objetivos del día, y después de un paseo bien largo y fresquito, ideal para despejar la mente, camino mis últimos pasos en dirección al coche, pero esta vez con la intención de volverme a casa.

Arranco y salgo por Santa María de la Cabeza, donde estando parado en un semáforo aprovecho para llevarme el último momento de la noche, unas luces donde se desea a todo el que pase por allí Feliz Navidad.

De la misma manera que las luces, a todos los que habéis tenido el valor, aburrimiento y tiempo de llegar hasta aquí, que paséis unos días estupendos junto a los seres queridos, y que este año se cumplan vuestros deseos (y de paso, que os traigan la fuerza de voluntad necesaria para cumplir los propósitos de Año Nuevo, que eso es lo más difícil siempre).





¡¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2013!!

2 comentarios:

  1. Cristina Mayo Garcia18 de diciembre de 2012, 14:35

    Pero q fotos mas chulas Miguel!!! Y el texto tampoco tiene desperdicio... Eres simplemente un crack!!!! Yo tambien quiero darme ese paseito.....
    Un besazo y feliz navidas para ti tambien

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  2. Pero bueno.... si al final va a resultar que hasta eres culto y todo.... tu a mi no me engañas... los datos los has copiado de wikipedia...
    Jajajajaja.
    Una pasada de relato, casi casi lo he hecho contigo, pero claro, mucho mas calentito

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